MANICURE

Las manos se convierten en el punto de encuentro que abordan casi siempre el primer contacto. Una mano suave, de piel tersa, con los nudillos claros y las uñas muy cuidadas, hablan en silencio de cada persona. Conseguirlo no es difícil si tomamos las precauciones necesarias y seguimos una escrupulosa manicure cada semana o diez días, siempre en función del propio crecimiento de la uña.
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